Tratado sobre los dichos de los Sabios

por Rabbi Avraham ben Harambam z"l

(traducción por el Rabino Itzaj Zakkal para Masuah.com, revisada y corregida por el Rabino Juan Mejía)

Es importante saber, que los dichos de los sabios, que conservamos, son escasos y dispersos algunos en el Talmud y otros en los Midrashim; sumado a esto debo aclarar, que muchos de estos dichos pasaron desapercibidos, siendo muy pocos los exegetas que se abocaron a ellos se percataron de su profundo mensaje, es decir, que en general, los dichos de los sabios, no fueron producto de un intenso estudio y análisis, por lo tanto, no siempre el verdadero sentido de la frase fue descubierto y explicado.

Mi padre y maestro, pensó componer un escrito con respecto a los proverbios de los sabios, así lo expresó en la introducción al capítulo Jelekde la Mishná, empero finalmente desistió de ello, tal como lo afirma en la introducción de la Guía de los Perplejos.

Luego de su deceso, comencé a explicar algunos aspectos del tema, mas no me aboqué plenamente en ello por cuanto me sumergí en la composición de este libro, que lo consideré de mayor utilidad para la materia en cuestión, aun así despertaré tu reflexión y tú por tu parte, pon atención a la forma en que se han expresado los sabios en sus máximas,  comprendiendo su verdadero significado, evitando de esta manera menospreciar, desestimar o contradecir la veracidad de sus palabras.

No debes confundirte o suponer que todo relato extraño, narrado por ellos se refiere a sucesos milagrosos, tal como los que se les atribuyen a los profetas, o creer ingenuamente que Dios obra maravillas con los sabios y piadosos de la misma manera y al mismo nivel que lo hizo con Moisés, Elías, Eliseo o cualquier otro profeta.  Lo que suele motivar esta confusión, es el hecho de tomar textual y literalmente las palabras de los sabios.

Hubiera sido suficiente para comprender esto, aclararte que en las palabras de los sabios existe también un mensaje interior y oculto; cuanto más, si a ello le sumamos lo que mi padre, que su recuerdo sea para bendición, ya reveló en sus escritos al respecto; empero me embarga el deseo y la voluntad de explayarme y esquematizar los dichos de los sabios, acorde a las diferentes categorías, como lo haré a continuación valiéndome de los ejemplos que sean necesarios. No obstante, creí oportuno incluir esta introducción.

No hay que cree algo sólo por quién lo dice

Es imperioso que sepas que no es digno sostener una ideología sólo por la fama y alto nivel de persona que la pregona, aceptando sus dictámenes sin detenerse a analizar profundamente qué es lo que sostiene esa ideología, si es verdadera o no, pues quien así actúa se conduce erróneamente y con muy malas cualidades. Esta actitud además de estarnos vedada por la Torá, es algo que la razón misma rechaza. Lógicamente no es propio actuar así, pues esto empequeñece y mengua la verdadera percepción en cuanto a la fe. Bajo el punto de vista de la Torá, es condenable pues se desvía del camino verdadero apartando sus ojos de lo correcto.

Aseveró Dios: “No favorecerás al pobre ni mostrarás preferencia con el grande, con equidad habrás de juzgar” (Levítico 19:15), más aún: “No habrás de ser condescendiente con conocidos en el juicio” (Deuteronomio 1:17) No hay diferencia al respecto entre aquel que adopta tal opinión sin haberla analizado o aquel que defienda la postura de los sabios sin tolerar que alguien opine lo contrario, pues él razona para sí: “por ser que los sabios eran grandes en sabiduría, obviamente, todo cuanto ellos dijeron debe ser correcto”; todo esto está igualmente incluido en la prohibición enunciada anteriormente (de no favorecer a aquellas personas influyentes).

Acorde con lo expresado hasta aquí, deducimos que a pesar de la gran  sabiduría y erudición de los sabios, debe quedar claro que no por dicha fama debemos acatar todo lo que ellos opinan con respecto a la medicina o las ciencias naturales de la misma manera y tenor con que aceptamos sus opiniones en lo que respecta a la explicación de la Tora, tal como nos fuera encomendado: “Y harás todo lo que ellos te encomendaren” (Deut.  17:11) Esta postura era asumida por los mismos sabios, así, encontraras entre los sabios que ante la opinión ajena a la lógica talmúdica o incoherente decían: "Por Dios, aunque esto lo hubiere dicho Josué, no lo hubiera  aceptado ", es decir no aceptaría dicha afirmación, aunque proviniera de un profeta, puesto que ese argumento no puede ser sustentado en forma coherente y lógicamente, producto de un análisis u otro método de razonamiento de los que el Talmud se vale para explicar u opinar.

Alcanza con lo dicho como prueba al respecto sin necesidad de aportar las expresiones de los sabios del Talmud acerca de la medicina, las cuales  en la realidad se demostró que no eran correctas, o las técnicas para evitar abortos que tampoco son correctas y casos similares que se abordan en el Talmud babilónico tratado Shabbat capítulo ocho y otros. En otra ocasión te explicaré por qué algunos tomaron como absolutas las opiniones talmúdicas referentes a medicina sin que éstas fueran correctas para la medicina y la realidad.

Debes percatarte que lo que expusimos no lo hizo porque así lo expresaron los sabios: "cuando tengas hambre come, cuando tengas sed bebe, cuando tu olla esté caliente: vacíala", sino que lo agregó porque eso es algo básico para la salud tal como lo afirman las ciencias médicas, es decir: "no comer sino cuando esté hambriento, o no beber sino cuando esté sediento, o que cuando sienta deseos de beber no se demore en saciarlo o que cuando sienta la necesidad de evacuar que no se contenga y lo postergue, etc." Por todo lo expuesto, no podemos argüir sobre Aristóteles que, por tratarse del maestro supremo de los filósofos, el cual construyó teorías lógicas indiscutibles acerca de la demostración de la existencia de Dios y otras por el estilo, aceptar por eso, esa otra teoría suya acerca de la eternidad del mundo, o aquella otra acerca de que Dios no sabe (no le importa) los detalles de lo que hacemos, como asimismo no podemos argumentar que, así como se equivocó en estas dos últimas teorías, también se equivocó en todo lo Demás Empero todo sabio e inteligente, debe aplicarse a comprender cualquier hipótesis y teoría, analizándola profundamente, manteniendo lo que es correcto y anulando lo que no corresponde. Así también cuando en un tema no nos sea claro cuál de las dos posturas es la correcta, tampoco debemos

inclinarnos hacia alguna de las dos opiniones, sea quien fuere el que la postule. Pues así actuaron nuestros sabios los cuales en varias oportunidades afirmaron: “Si el dictamen en discusión es algo que fue recibido por transmisión entonces lo recibiremos sin objetar, empero si el mismo es producto del razonamiento, entonces tengo lo que argüir”. (Yevamot 76b)

También en otras oportunidades procedieron así, sobre todo en aquellos  temas en los que no se logró una opinión consensuada entre las dos posiciones, quedando la definición de esa disputa en suspenso, es decir sin decretar como ninguna de las dos opiniones ("Teiku").

Otras veces encontrarás, que persuadidos por las pruebas que aportó la otra parte, se han retractado, aceptando que la otra postura es la correcta y no la de ellos, así, encontrarás que dice que tal rabino se retractó y decretó como la otra opinión, más aún, tal es el grado de fidelidad a la  justicia que existen casos en que los sabios dijeron: “Expresó Rava Amora sobre esto y dijo: los razonamientos que expuse ante ustedes no eran correctos, me he equivocado”.

En dichos casos no debes pensar que tales retractaciones se debieron a la importancia y erudición de los sabios que esgrimían la postura contraria, sino que cambiaron de opinión porque las pruebas aportadas por la otra parte eran claras, convincentes. Y esto es lo que escribió mi padre en la Guía y esto es evidente para todos aquellos que se elevan sobre los deseos de su cuerpo.

He aquí que expondré ante tus ojos una disputa de nuestros eruditos, en ella podrás apreciar la sinceridad y compromiso con la verdad que ellos poseían, sin importar quién dijese lo que se dijo. Dijeron en la Guemará en Pesajim (94b): “Los sabios de Israel sostenían que durante el día el sol se desplaza por debajo de la esfera celeste y por la noche lo hace por sobre la esfera celeste, en cambio los sabios griegos sostienen que durante el día el sol se desplaza por sobre la tierra y por la noche por debajo de la tierra; cuando Rabí escuchó la opinión de los  sabios griegos, concluyó: ‘me parece más probable la tesis de ellos y puedo aportar pruebas de que están en lo cierto, el hecho de que los manantiales durante el día están fríos y por la noche más cálidos demuestra esa tesis’ ”. Y cuando Rabí escuchó estas palabras que éstas eran la conclusión de las premisas que habían establecido antes, decidió a favor de la opinión de los sabios de las naciones por esta evidencia. Pues dice ahí "me parece más probable su tésis ya que en el día los manantiales son fríos y en la noche más calientes." Aún cuando esta evidencia es débil e insostenible, como puedes ver.  Y ahora observa lo que aprendemos de esta beraitá y cuál es el punto central de éste, pues Rabí no profirió su conclusión sino por medio de pruebas sin favorecer ni a los sabios de Israel ni a los sabios de las naciones.

Inclinándose por la postura de los sabios griegos, merced a la deducción lógica que pudo establecer, la cual le pareció una prueba aceptable: que en la noche los manantiales estaban calientes y en el día fríos. Y a esto se refiere cuando dice: “me parecen más probables”, ya que este es un término que indica inclinación. En otras ocasiones dijeron: “en este punto vencieron los sabios griegos a los sabios Israel” (Shabbat 118b).

Como ves, con justa razón este hombre (Rabí) fue llamado: “Nuestro santo maestro”, puesto que un hombre que aparta la falsedad de su mente y asienta la verdad en su lugar, sin temor a desdecirse si encuentra que sus afirmaciones no son correctas, sin duda se trata de una personalidad superior (santo) .

Queda pues demostrado que cuando nuestros sabios sostenían una opinión, lo hacían porque consideraban que ella era correcta y verdadera,  independientemente del individuo que la profirió o la sostuvo, sea éste importante o no.

Las cinco categorías de derashá

Luego de esta introducción, afirmo, con la ayuda de Dios, la cual invoco para el análisis de la verdad, que todos las homilías y prédicas de los eruditos del Talmud y demás fuentes, pueden dividirse en cinco categorías, a saber:

1er Categoría : Expresiones que se entienden literalmente.  Está compuesta por aquellas expresiones que deben ser entendidas en formaliteral sin pretender transmitir otra cosa fuera de lo escrito textualmente y lo que se percibe a simple vista, sin necesidad de tener que recurrir al ingenio o la imaginación para revelar mayor información de dicha frase. Ejemplo de esta categoría es lo expuesto en Berajot, 31 a donde dice: “Dijo Rabí Iojanán en nombre de Rabí Shimón hijo de Iojai: No debe el hombre reír (deleitarse) en extremo en este mundo, pues está escrito (Salmos 126:2):  ‘entonces [27] nuestra boca se llenará de júbilo’ ”.

2da Categoría : Pertenecen a este nivel aquellos dichos de los sabios que poseen un sentido externo y otro más profundo, siendo este último el objetivo verdadero de la expresión y no el sentido externo literal.  No en vano lo expusieron de esta manera, es decir, que el sentido externo sostiene casi lo contrario de lo que el sentido más profundo afirma. La mayoría de los dichos de esta clase ya fueron explicados por mí padre en su libro: Guía de los Perplejos, y en el comentario que  realizó a la Mishná. A esta categoría pertenecen los expuestos en Taanit, (31a): “Dijo Rabí Eliezer: En el futuro, Dios hará una ronda con los justos en el  Jardín del Edén, y Él se erguirá en medio de ellos y cada uno señalara con su dedo, como dice (Isaías 25:9) ‘Dirán en aquel día: He aquí nuestro Dios, este es el que esperábamos y el que nos salvó, nos alegramos y regocijamos con Su salvación’ ”.

Y el sentido literal de esta prédica repugnará a cualquier persona dotada de intelecto y evitará que cualquier persona de fe lo crea. Lo que Rabí Eliezer verdaderamente quiso expresar es que la recompensa de aquellos justos merecedores del mundo por venir, es la percepción de la Divinidad en forma tan clara como jamás hubieran podido alcanzar en este mundo. Esta captación y apego a Dios, es el máximo bien, el cual no puede ser superado por ningún otro.

Así, comparó tal alegría con la que se experimenta en las fiestas cuando se baila y se hacen rondas. Así mismo, comparó el regocijo de cada uno y uno al alcanzar ese nivel tan claro, que otrora (en vida) les estaba vedado, diciendo: “cada uno señalará con su dedo” y al decir: “nos salvó”se refiere a la liberación del alma racional, con la ayuda de Dios, de las ataduras del enojo y la furia, aportando prueba de la belleza, el honor y la verdad que alcanzarán los justos diciendo: “nos alegraremos y regocijaremos en Su salvación”.  De esta forma todo el gran objetivo fue expuesto en breves palabras y en forma íntegra, transmitiendo una compleja e invalorable información con pocas frases. Con este ejemplo es suficiente para que analices casos similares.

3er Categoría : Son aquellas expresiones que no poseen otro sentido que el expuesto  literalmente, más revelar el sentido literal de dichos aforismos y compenetrarse en su mensaje es algo que se le dificulta a la mayoría de los que abordan esa ardua tarea , al punto de no comprender la afirmación en absoluto o de comprenderla de manera incompleta o aún peor, entender justo al revés de lo que los sabios pretendieron decir, dada la profundidad del tema tratado, sumado al uso de palabras polivalentes que se usan en diferentes contextos. Esto hace que se torne dificultosa su comprensión como en la categoría anterior, y en muchas circunstancias más oscuro y difícil que ésta. Por lo tanto, se debe ser muy cauteloso y prudente al interpretar los pasajes que se inscriben en esta tercera categoría, pues con facilidad pueden conducirnos a errores y apartarnos de la senda correcta. Ejemplo de esta categoría es lo expuesto en el Tratado Berajot(5b): “Constantemente debe el hombre hacer prevalecer el buen instinto sobre el mal instinto, tal como versa en Salmos 4:5: ‘Temblad y no transgredáis. Discurrid con vuestro corazón sobre vuestro lecho y callad’. Si con eso alcanza para desplazar al mal instinto bien, sino que recite los versículos del “Shemá”, como dice el versículo citado: “…en sus lechos”, si con esto logra apaciguar su impulso bien, sino que medite acerca del día de la muerte,  como dice: “…callad ”.

Como podrás observar, no se esconde detrás del sentido literal algún otro mensaje, no obstante, el texto es un tanto complejo, pues a lo que se refiere cuando dice: “mal instinto” o “buen instinto” no es algo que este bien definido y por lo tanto no se puede comprender bien cómo es que las estrategias sugeridas puedan servir para alcanzar dicha meta.

En cuanto a mí, trataré de elucidarte este pasaje para que te sirva de guía y ejemplo en textos similares. Lo primero "hacer prevalecer", es un lenguaje imperativo de controlarlo y dominarlo. Cuando dice: “el buen instinto” se refiere al discernimiento, racionamiento, intelecto. Al decir: “mal instinto”, hace alusión a los placeres corporales, bajas pasiones y semejantes.

El objetivo por lo tanto es que el individuo debe imponer su intelecto por sobre sus placeres e impulsos corporales, teniendo en mente siempre esta postura. Si con esta premisa le es suficiente para controlar sus pasiones, dichoso de él, si no es así, que recite versículos o palabras que lo hagan reflexionar, apaciguando de esa manera sus apetitos, tratando de desviar su atención hacia otros asuntos, asimismo recitará el “Shemá”, compenetrándose con su sentido y llevándolo a su corazón. Dos fueron los motivos por el cual se seleccionó el “Shemá”, el primero, aunque no el más concluyente, alude a lo escrito en el versículo Salmos 4:5 antes citado: “en vuestro lecho”, y en el “Shemá” está escrito: “al acostarse”, es decir, se aplica “Guezerá Shabá” y enriquecida con el razonamiento lógico.

El segundo motivo, el más convincente, por cuanto en el “Shemá”, se menciona la importancia del buen instinto (intelecto), la unidad de Dios, el amor y el servicio a Él con sinceridad y entereza, doblegando los impulsos negativos, tal como está escrito: “No os inclinareis en pos de vuestro corazón ni en pos de vuestros ojos”. Reforzando el buen impulso (intelecto) al  decir: “Y seréis santos ante vuestro Dios”.

Continuando con la cita de los sabios, luego del “Shemá”, afirman: “si con ello bastó para sobreponerse, bien, etc.”, es decir, si la pasión no puede ser controlada y su corazón incircunciso no se somete (a su intelecto) con lo que sus labios pronunciaron y expresaron con los versículos citados en el “Shemá”, entonces que trate de doblegarlo pensando en el día de la muerte y el final de todo ser y con esto será suficiente para derrotar a los impulsos negativos y subyugarlos, tal como afirman: Como dijo Akaviyá ben Mehalalel: “Medita en estas tres cosas y será difícil que llegue a transgredir: 1) sé consciente de dónde vienes, 2) a dónde vas y 3) ante quien tendrás que rendir cuentas de tus actos” (Avot3.1)

4ta Categoría : Corresponde a aquellos dichos de los sabios en los cuales emplean algún versículo en forma alegórica, sacándolo de su contexto, utilizándolo en forma poética para ilustrar su postura, de ninguna manera el autor de dicha expresión supone que ese es el sentido del  versículo.

Ejemplos de esta categoría se encuentran en el tratado Taanit (9a):"Rabí Iojanán pregunta por qué está escrito: "Diezmar; diezmarás" (Deut 14.22), es decir: "diezma y entonces te enriquecerás”. O lo dicho allí también con respecto al versículo: “Y les concederé bendición sin límite”, dijeron: “hasta que se cansen tus labios de decir basta (pedir un límite)” y así casos similares.

Por lo tanto, es inadmisible pensar que toda interpretación dada por los sabios a los versículos bíblicos fueron recibidas por ellos de boca de sus ancestros, y éstos de boca de sus maestros, así hasta llegar a Moisés, pues de esta manera piensan los que todavía no alcanzaron la madurez intelectual. Mas en realidad, toda interpretación a cualquier versículo de la Biblia que no esté relacionada con algún fundamento o principio de la fe, como así tampoco se refieren a alguna ley de los preceptos de la Torá, ten por sabido que tal interpretación no es algo que ese erudito haya recibido por transmisión hasta remontarse a Moisés nuestro maestro. Sino que encontrarás que entre estas interpretaciones algunas responden a criterios racionales y otras no tanto, ya que fueron utilizadas poéticamente o graciosamente, para ilustrar una situación o postura, y para lograr este último objetivo, parafrasean las mismas palabras del versículo con la intención de transmitir la idea de ellos. Otras veces, utilizan la similitud de las palabras del versículo, empero, no se refieren a su significado literal, sino a algún concepto asociado o insinuado suspicazmente. Es por eso que puedo permitirme el atrevimiento de decir que no me satisface la interpretación de Rabí Iehoshua, sección “Beshalaj” con respecto al versículo que dice:” y escucho Jetró y vino, …” en donde se cuestiona: “¿Qué fue lo que escuchó Jetró para venir? Escuchó acerca de la guerra contra Amalek y vino”. Esta interpretación la hizo Rabí Iehoshua basándose en su razonamiento, no es que lo haya recibido por transmisión, prueba de ello es que sustenta su opinión diciendo que es lo que en la Biblia está escrito inmediatamente antes del versículo en cuestión. Empero si su interpretación la hubiera recibido por transmisión, no hubiera precisado aportar una prueba o apoyo a su explicación.

Otra prueba es el hecho que otros sabios opinan de forma diferente a Rabbí Iehoshúa, es decir que sostienen que lo que Jetró escuchó fue otra cosa, por lo tanto no puede ser una explicación recibida por transmisión, pues todo lo que fue recibido por transmisión no lo habrían objetado otros sabios. Y Rabí Elazar disiente y sostiene que lo que Jetró escuchó fue la revelación del monte Sinaí, aportando pruebas a su opinión. Rabí  Eliézer dice que lo que escuchó Jetró, fue la partición del mar Rojo, aportando también él pruebas a su opinión. Y no me cabe duda que las palabras dichas sobre el verso "Habla a los Hijos de Israel y anden (Ex. 14.15)- despójense de las palabras de Labán" pues este es un juego poético de palabras y no la interpretación adecuada de este verso.

Asimismo, encontrarás explicaciones de este tipo de nuestros sabios, sin duda, las cuales de ninguna manera constituyen la explicación al versículo citado, sino que son dichos por sí mismos (y el versículo es sacado de su verdadera explicación para reforzar lo que ese sabio pretendía transmitir en ese momento). Como encontramos en Rosh Hashaná (3a): "Se enseñó: Kená'an, Sijón y 'Arad uno son. Sijón por su parecido a una zarza, Kena'án por su reino, y su nombre era 'Arad." Y tanto así que la mayoría de las interpretaciones de nuestros sabios perteneces a esta categoría, y esto es algo claro que solo el insensato o despistado pueden pensar lo contrario. Resta agregar que esta categoría puede ser subdividida en muchos niveles, tantos como el número de sabios que las expresan, pues cada uno de los autores lo enuncia acorde a su grado de sabiduría. Debes percatarte de ello.

5ta Categoría : Son aquellas expresiones de los sabios que denotan un lenguaje de exageración o imaginario como por ejemplo, lo dicho en el tratado Pesajim (62b): “Dijo Mar Zutra: Entre el primer Azel y el otro Azal se podría cargar 400 camellos con explicaciones que se han escrito sobre ellos. El primero de ellos es el comienzo del verso y el último es el final del verso: "Y Azel tuvo seis hijos y estos son sus nombres: 'Azrikam su primogénito, Ishmael, She'ariyá, 'Ovadiyá y Janán, estos son los hijos de Azal." (Crónicas I 9.44)

Y afirmaron algunos de los exegetas que el primer Azelhace referencia a la palabra que figura en un versículo determinado y el último Azelse refieren al versículo siguiente (es decir dos versículos consecutivos) y la interpretación es sobre estos versículos. Sea cual fuere la explicación que le quisiéramos dar a esta expresión, no escaparía del rango de la exageración, pues me parece inconcebible que se pueda completar la carga de cuatrocientos camellos aun con los comentarios escritos sobre la totalidad de la Biblia, con mayor razón al tratarse de solo dos versículos; por lo tanto, se hace obvio que se trata de un lenguaje exagerado.

Ya me han antecedido otros que sostenían de esta misma manera. Esta  categoría es ínfima en comparación con las anteriores, por ser que la mayor parte de sus dichos expresados en forma exagerada solo se tratan de historias y relatos, tal como te lo expondré a continuación.

Las cinco categorías de ma'asé

En cuanto a los relatos e historias que exponen los sabios, se pueden esquematizar en cuatro categorías:

La primera categoría está compuesta por aquellos relatos que ocurrieron tal y como fueron relatados y fueron escritos, pues eran imperiosos saberlos para poder extraer de ellos una enseñanza. Esta enseñanza podía referirse al campo legal, al área de fe, conductas morales o que la citada historia contenga algún suceso maravilloso, similar a la categoría expuesta anteriormente, de todas maneras, esta categoría a su vez se subdivide en otras cuatro:

l.a De enseñanza legal : Aquellos relatos de los cuales se extrae una enseñanza legal, como por ejemplo lo citado en el Tratado Sucá (28a), respecto de quien estaba sentado en la Sucá con su cabeza y la mayor parte de su cuerpo estaban dentro de la Sucá, donde dice: “Los de la Escuela de Hilel le dijeron a los de la Escuela de Shamai: ‘Sucedió una vez al dirigirse los sabios pertenecientes a la Escuela de Hilel junto con los de la Escuela de Shamai a visitar al erudito Rabí Iojanan ben Ajorani, he aquí que lo encontraron en la sucá, con la mayoría de su cuerpo y la totalidad de su cabeza debajo de la sucá, mas la mesa estaba fuera de la sucá, dijeronles los de la Escuela de Shamai: “De aquí tienen prueba”, a lo que les respondieron los sabios de la Escuela de Hilel: “Si así has hecho, no has cumplido en tu vida con el precepto de la sucá”.

O lo relatado en el tratado de Ketubot 94b: donde nos refiere un suceso en el que la madre de Rami ben Jamá, en un documento escrito por la mañana le cede todos sus bienes a él. En otro documento, escrito por la tarde, figura que le cede todas sus pertenencias a su otro hijo Mar Ukva ben Jamá. Rami, se presentó delante de Rav Sheshat el cual decretó que él (Rami), era el legítimo heredero. Por otro lado, Mar Ukva (el otro hijo), se presentó en el tribunal de Rav Najmán reclamando que a él le pertenece la herencia; concordando con él Rav Najmán. Al cabo, Rabí Sheshat, se persentó en el tribunal de Rabí Najmán, inquiriéndole en base a qué le otorgó la herencia a Mor Ukva. Entonces le preguntó Rav Najmán a Rav Sheshat: “- Primero, explícame, señor mío, por qué, usted, Rav Sheshat, concedió la herencia a Rami ben Jamá” A lo que respondió Rav Sheshat: “-Pues, noté que el documento de Rami ben Jama, antecede al de Mor Ukva” Le replicó entonces Rabv Najmán: “-¿Acaso no sabe mi señor, que en dos documentos fechados el mismo día, en Jerusalem, no hacemos diferencia si uno antecede al otro, a menos que así lo especifique el mismo  documento?”. Entonces, Rav Sheshat, le cuestionó: “-Si es así, ¿en base a qué, mi señor, decretó que pertenece a Mor Ukva la herencia?” Y le contestó Rav Najmán: “Pues así lo entendimos los jueces” Rav Sheshat declaró: “- También así lo entendimos los jueces, al decretar que Rami ben Jama es el heredero” A lo que le contestó Rav Najmán: “-Dos cosas desfavorecen la postura de mi señor: primero, que mi señor no es juez matriculado y yo sí, y la segunda, que ese argumento falló en primer lugar."  Relatos como estos abundan en cantidad.

1.b De cualidades morales y éticas - Corresponden a esta categoría las historias que nos inculcan cualidades morales y éticas, tales como las relatadas en el Tratado Shabbat (30b), donde dice: “En toda circunstancia debe el hombre ser humilde como Hilel el sabio, y no irritable como Shamai, tal como lo apreciamos en un suceso que ocurrió con dos hombres, en el que uno le propuso al otro exacerbar a Hilel, mas no lo lograron ] ”. La enseñanza extraída de aquel suceso es que se debe imitar a Hilel acorde a las posibilidades de cada uno, pues aquel sabio no se enfadó ni se inmutó ante los agravios de esos dos hombres vulgares, esa es una cualidad muy altruista. Hay muchas de este tipo de historias en el Talmud.

1.c De principios de fe - Este nivel esta conformado por aquellos relatos en los que se extraen de ellos nociones y principios de la fe, tal como lo expresa en el Tratado Taanit (23a), donde cita: “Ocurrió cierta vez que le pidieron a Joní Hameaguel: ‘Reza para que llueva’, a lo que les respondió: ‘pongan a resguardo de la lluvia los hornos que se usan para Pesaj’ luego rezó, mas no llovió, acto seguido, hizo un círculo y se paró dentro de él y dijo: ‘Soberano del universo, tus  hijos posan sus ojos sobre mí, etc.’

Este episodio concreto, nos lega una profunda enseñanza acerca de la verdadera fe, aquella en la que Dios escucha las súplicas de sus servidores y les responde en momentos de angustia, tal como versa (Deuteronomio 4:7): “¿Y que otro pueblo tiene a Dios tan cerca, como el Eterno nuestro Dios, atento a todas nuestras súplicas?” , o tal como lo expresa el profeta (Isaías 58:9): “Entonces llamarás y el Señor te responderá”, y dice (Salmos 91:15) “Me invocarán y les responderé” Otro caso similar, encontrarás en el Tratado Taanit (20a): “Cierta vez ascendió el pueblo de Israel en peregrinación hacia Jerusalem y no tenían agua para beber, entonces fue Nakdimón ben Gurión… por eso fue llamado Nakdímón, pues el sol se puso a causa de él”; y ejemplos como este abundan en el Talmud.

l.d Relatos extraños y sorprendentes . Se inscriben en esta clase aquellos acontecimientos que se plasmaron por escrito debido a lo extraño y sorprendente del evento, tal como se relata en el tratado Iomá (83b): Cierta vez Rabí Meir junto con Rabí Iehudá y Rabí Iosé estaban viajando y debieron pernoctar en una hostería. Rabí Meir solía poner mucha atención en los nombres de las personas, mientras que sus compañeros no lo hacían. El nombre del dueño de la posada le despertó sospechas a Rabí Meir, puesto que lo relacionó con palabras similares de un pasaje bíblico, el cual presagia malos acontecimientos. Por lo tanto, Rabí Meir, no confió sus bienes para que aquel hombre se los cuide, mientras que sus compañeros, no hicieron caso de ello y le confiaron sus bienes para que se los cuide.

Al final, este hombre les robo las pertenencias a Rabí Iehudá y a Rabí Iosé, mientras que Rabí Meir, conservó sus bienes por haber desconfiado de aquel hombre. He aquí que este suceso no se compuso sino para demostrar la sabiduría de Rabí Meir. Y como encontramos en la Guemará de Meguilá: Envió Rabbí Yehudá Nesiyya a Rabbí Oshaya la pierna de una ternera y un barril de vino. Le mandó a decir de vuelta Rabbi Oshaya: Cumpliste con nosotros la mitzvá de dar a los pobres. Le envió toda una ternera y otro barril de vino. Le mandó a decir: cumpliste con esto, nuestro maestro, enviar regalos al prójimo.

Y así con los casos similares, pues los relatos de esta naturaleza proliferan en el Talmud, especialmente en el tratado Guitín. No obstante, te percatarás de que los relatos pertenecientes a esta categoría,  los exegetas extraen otras enseñanzas de ellos las cuales pretenden insertarse en alguna de las tres clases que anteceden a esta. No obstante, esta cuarta clase, merece ser considerada como una más, además de las tres anteriores, por lo que he expuesto hasta aquí.